Carta Abierta a Su Excelencia Dr. Alan García Pérez, Presidente de la República del Perú


Santa Cruz-Bolivia, 8 de junio del 2009

Señor:
Dr. Alan García Pérez
Presidente de la República del Perú
Presente.-


Su excelencia,

Me permito dar unos consejos, muy humildemente, a su persona y al pueblo Peruano. Los hechos que han sucedido en el Perú me han llenado de dolor e impotencia, porque observo que es la misma estrategia que se ha usado en mi país –Bolivia- para destruir la democracia.
Señor Presidente, tenga mucho cuidado, sea prudente, sobre todo no deje de actuar sin el rigor de la ley en busca de la justicia y la verdad. No cometa el error que cometieron los políticos Bolivianos de negociar la ley en busca de una paz efímera, para salir del paso a la crisis política que pueda sobrevenir sobre estos últimos conflictos. Si negocian la ley por la paz tal vez su gobierno y su persona salgan airosos, con los criminales que hicieron que sucedan estos trágicos hechos, pero el costo será muy alto en muy pocos años para el Perú, su sistema político e institucional. Los generadores de violencia y conflictos habrán ganado.
Tenga cuidado con las organizaciones de Derechos Humanos y oengs que asesoran a los campesinos e indígenas, de los curas que pregonan la teología de la liberalización, desconfíe de ellos, no los deje solos, siga sus pasos constantemente, infórmese y contrarreste las falsedades que puedan hacer en contra de la verdad histórica de los hechos. Hágase aliado del verdadero indigenismo, aquel que no diferencia su lucha por su raza o etnia, esos que buscan verdaderamente ser incluidos de las exclusiones que pudo haber dejado el Estado por faltas de oportunidades hacia ellos. Es muy sencillo saber quienes llevan el verdadero indigenismo en la sangre, y no es por allí que se lo analiza, sino cuando usted les ofrezca oportunidades de mejorar sus condiciones de vida, no de regalos ni de dadivas, sino de igualdad en las oportunidades para que mejoren sus condiciones, los verdaderos indígenas estarán al frente y a su lado para apoyar cualquier coherente política pública de desarrollo, aquellos que se opongan solo usan la pobreza y el indigenismo con otros fines, y no los más nobles.
Las FARC, ELN, Sendero Luminoso y otras organizaciones criminales, saben hacer muy bien su trabajo. Han dejado la lucha armada por otras más complejas, estratégicas y tácticas, otro tipo de terrorismo: la mentira y la calumnia para destruir la institucionalidad del Estado.
La guerra, que ahora ellos libran es la jurídica, la política, la comunicacional y la social. Esta última es la desestabilizadora, la del conflicto y la del caos, la de sangre humilde y pobre.
Hoy Perú se encuentra en la guerra social, que conllevará a la guerra jurídica (nacional e internacional) y el marketing para desprestigiar su gestión o la guerra comunicacional, quienes tienen a políticos en diversos partidos que defenderán a ultranza las acciones de los sediciones y subversivos, intimidarán y bajaran la moral a las fuerzas del orden, policías y militares, al ser perseguidos judicialmente, hasta que no les quede otra que aliarse con ellos o dejar que impere la anarquía al mando de estos grupos. Los comunistas lo único de social que tienen es el método de su lucha y el apoyo internacional que se dan para justificar lo injustificable.
Si los subversivos sacan gente a la calle, usted también saque a sus seguidores, no es que se quiera generar o crear escenarios de violencia, pero ellos tienen que saber a que se están enfrentando y que el Perú está preparado. Tres mil bloqueadores no son más que un millón de demócratas en las calles, ni 20 mil sediciosos más que 8 millones de votantes. Desde ahora al Perú le toca salir a defender su democracia en las calles.
Este preparado para la verborrea de Chavez, Morales, Correa y Ortega.
No pierda ninguna de esas guerras (política, comunicacional, jurídica, social), sea fuerte como los colombianos que han sabido pelear en todos los espacios contra las FARC y su financiador el narcotráfico.
En realidad, a estos movimientos subversivos no le interesan su cabeza señor presidente, le interesan la toma del poder a cualquier costo y a cualquier precio. Tratarán de desinstitucionalizar la democracia peruana; ante todo no cometa el error de dejar solo a sus policías y militares, que solo cumplen con la ley y la constitución.
No lo dude, en Bolivia los conflictos sociales tuvieron un objetivo común: operación Evo. En Perú seguramente será: operación Humala. Los peruanos cansado de tanta violencia, caos y conflicto que se desatara en los próximos cinco años terminarán votando por Humala pensando que será la salida a su crisis. Igual que en Bolivia.
Estos movimientos, que están conectados con el régimen de Chávez y las FARC de Colombia, están rearticulando en Perú los grupos guerrilleros y terroristas, que han trabajado muy arduamente en Bolivia. Están buscando sangre de gente pobre, el enfrentamiento y el sufrimiento para conseguir sus objetivos.
Los que somos verdaderamente humanos y tenemos conciencia social, muchas veces nos vemos acorralados por los métodos que utilizan estas organizaciones en busca de imponer un régimen totalitario. El problema que tenemos es que no actuamos con la ley, perdonamos a los delincuentes, negociamos con los terroristas, a la larga ellos consiguen ganar la guerra si no actuamos con principios y firmeza.
La débil democracia de nuestros países es la herramienta que utilizan ellos, acompañada de la falta de credibilidad de los partidos políticos y de la corrupción que existen. Por ello tenemos una doble guerra que librar, una contra esta lacra que ha hecho daño a nuestros países y la otra contra la organizaciones criminales comunistas/marxistas/leninistas/maoístas/troskistas.
Por eso, los problemas de Bolivia no solo atañen a ella sino a toda Américalatina, lo que suceda en Bolivia sucederá ineludiblemente en otras latitudes circundantes. Esto porque se ha convertido en el laboratorio de experimentos y ensayos de las Oengs de la izquierda más radical, financiadas por los impuestos europeos, que buscan reflotar el comunismo por otros medios, a través del ecologismo, del humanismo, los derechos humanos, programas de desarrollo campesinos, sobre todo del indigenismo que quiere descolonizar nuestros países. ¡Que ironía el impuesto de los colonizadores es usado para descolonizarnos!
Instituciones de muchos prestigio nacionales e internacionales se encuentran infiltradas por personas que defienden y protegen estos métodos antidemocráticos de la toma del poder, como la desestabilización democrática e institucional, crear odios entre coterráneos, sustituir la lucha de clases por la de raza, ahora indígenas contra mestizos o blancos herederos del colonialismo español.
El comunismo se encuentra a la vuelta de la esquina y hoy le toca al Perú.
Los métodos, señor presidente son los mismos. Le suplico que estudie y analicen como fue el proceso de descomposición Política en Bolivia, desde el 2000, ustedes están entrando al mismo camino.
Si los verdaderos demócratas no actuamos rápido y no nos organizamos en toda América, ellos tendrán el poder total e implementaran país por país su régimen del Socialismo del Siglo XXI, que no es otra cosa que el neocuminismo, con un nuevo discurso: el indigenismo.
Acuérdese de lo que le escribo señor presidente, en Colombia las FARC están perdiendo la guerra, por eso van a colgar las botas y el traje militar, para ponerse plumas y ponchos.
Sin otro particular, agradeciéndole por su atención se despide muy atentamente,



Walter Javier Arrázola Mendivil
Diputado Nacional de Bolivia
Delegado de UnoAmerica

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